sábado, 22 de octubre de 2011

Poder sentir el rocío en la frente
Oler la tierra mojada,
Los pies en el charco,
Las flores del naranjo,
La pipa del viejo,
Las tostadas de Mercedes
Y el café de Pablo.
El viento que deja el atardecer
Cuando pasa por mi ventana,
La noche prendiendo sus luces
Sobre mi terraza.
El murmullo de la escalera,
Las risas de la mañana.
Su piel tendiendo mi cama
Y que él sonría cuando le digo:
“La felicidad es tu cola parada
Sobre mis sábanas”

2 comentarios:

El Poeta Maldito dijo...

De las simplezas, dicen que nace la felicidad. Hermoso contraste de imágenes y sensaciones.

Saludos.

charlotte dijo...

gracias poeta maldito