miércoles, 16 de julio de 2008

Meseta

El aire conglomerado golpea mis persianas,
mueren caricias en mis manos
Y mientras mis partículas brillan con el reflejo del sol
Hay una sombra que molesta el plano.

Te podría agarrar de la mano,
saltar las escenas,
Caer en un precipicio de magia, ir y venir.

Un treinta y ocho mata la histeria,
apoyado en mi mano.
Desvanece.

Tu imagen se transfigura, no dejo de mirarte,
aunque no estés
Crecen las caricias, acumulándose

Gris empedrado vacío de movimientos
Llegan aromas de cualquier lado.
El presente se abre inmenso ante mi
Los caminos toman las paredes

Y mañana será un día infinito de mi
Con coros que me atormenten.

3 comentarios:

el mundo de popozzy dijo...

chica con tacos acaricia el empedrado
si esta armada manente oculto resguardado...si eres valiente no camines de costado...parate en frente...volara tu caveza al infinito...
o te tendera una mano...

Anónimo dijo...

Hace rato que dejé de comer vidrios. Tus relatos urbanos me dan ganas de abrir y cerrar la persiana, de calzarme mis converse negras y salir a gastar suelas por los adoquines húmedos. Mierda que están todos por demás de histéricos en esta ciudad que no coge o coge mal. Se lo pierden. Y vos dispará y ya. Besos. Ya me voy a hacer un blog. Laucha.

Evelyna Callegari dijo...

Muy bueno, no dejes de contar tus sueños...o pesadillas
Saludos